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La Soberanía Pesquera Argentina en Aguas Turbulentas: Un Análisis Crítico de su Explotación y Desperdicio

Río Grande, TDF, Argentina – La riqueza de los mares argentinos, un recurso vasto y estratégico, se encuentra bajo un escrutinio cada vez mayor debido a la alarmante falta de control estatal y una política que privilegia la exportación sobre el desarrollo interno y la soberanía. Expertos como César Lerena, afirman que “El 95% de la pesca argentina se exporta”. Esto revela una realidad preocupante donde el 95% de la captura nacional se destina a mercados externos, dejando al país con un consumo interno irrisorio y una escasa apropiación de sus propios recursos marítimos.

Un Mar de Desafíos y Contradicciones

Argentina, con su extensa Zona Económica Exclusiva (ZEE) que se extiende 200 millas náuticas desde la costa, posee un potencial pesquero formidable. Sin embargo, la ocupación británica en las Islas Malvinas no solo implica una disputa territorial, sino también la extracción de vastos recursos pesqueros en aguas adyacentes. A esto se suma la problemática de la pesca ilegal, que, aunque difícil de cuantificar con exactitud, se suma a las 800.000 toneladas de pescado que Argentina captura anualmente, de las cuales se estima que un 30% se desperdicia. Este desperdicio es particularmente crítico en un país con altos índices de pobreza, donde estas proteínas de alta calidad podrían alimentar a millones de niños.

La Fragilidad de una Industria Exportadora

La orientación casi exclusiva a la exportación, con solo el 5% de la pesca destinado al consumo local, ha generado una industria vulnerable a las fluctuaciones económicas y a la competencia desleal. La implementación de legislaciones como la Ley Básica, que en su momento fue rechazada por abrir la puerta a la pesca extranjera en aguas argentinas, subraya la tensión entre los intereses nacionales y las presiones externas. La industria pesquera local enfrenta costos internos elevados que no se compensan con el valor del dólar, generando conflictos laborales, reducciones salariales y despidos. Lerena destaca que muchas de las empresas exportadoras son de capital extranjero, lo que profundiza las interrogantes sobre la soberanía real del sector.

Competencia Desleal y la Necesidad de una Política de Estado

Uno de los mayores desafíos es la competencia desleal de embarcaciones extranjeras que, operando con subsidios y mano de obra más barata, dificultan la rentabilidad de las empresas argentinas. Estos buques, que a menudo operan al borde o dentro de la ZEE argentina, se benefician de una falta de control y monitoreo adecuados. Lerena enfatiza que la pesca de estas embarcaciones extranjeras, bajo las condiciones actuales, puede considerarse ilegal debido a la ausencia de observadores a bordo y de una determinación clara de la captura máxima sostenible.

La posibilidad de que Argentina duplique sus exportaciones y recupere parte de su captura, si se implementan políticas adecuadas, es una señal de esperanza. Sin embargo, esto requiere un sistema fiscal que haga rentables las concesiones para las empresas locales y una mayor protección por parte de la Prefectura Naval y la Armada para los barcos argentinos que podrían operar en alta mar. La discusión va más allá de lo económico, tocando las fibras de la soberanía nacional y la capacidad del Estado para gestionar y aprovechar sus propios recursos naturales.

En conclusión, la pesca en Argentina es un reflejo de desafíos más amplios relacionados con la soberanía, la gestión de recursos y la voluntad política para desarrollar una industria que beneficie a todos los argentinos.

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